diumenge, 4 de maig del 2008

Four minutes to save the world

Un juego que deja entrever lo que va a suceder.
Las ganas mezcladas con vino barato, son ganas multiplicadas por dos.
Son muchas las conversaciones que ruedan por el suelo junto con las botellas vacias de cerveza;
sabernos el uno al otro, sin querer verlo.
Como excusa una cancion; de fondo dos amigos.
En mis manos las tuyas, y en mi mirada las puertas abiertas del cielo.
Un suspiro que rueda con nosotros, y cuatro ojos callados por la vergüenza.
Un despertar temprano, y en la cabeza, un ritmo,
el de tus caricias en mi espalda, el de mis dedos en tu pelo;
sonrisas tímidas y a carcajada limpia, un escalofrio me envuelve,
porque hay cosas que parece que nunca van a llegar,
y al final, llegan.
Pero la natural luz del dia, nos devuelve a la realidad,
la de tomarnos un café acompañados por el sol,
la de seguir contando el uno con el otro un segundo después de despertarnos,
para, quien sabe, si reiniciar la historia...