Cuando me he despertado esta manyana, después de dormir aplastada contra una pared falsa, no entraba en mis planes encontrarme en el buzòn de mi casa, un paquete pequenyo, blanco, con letra desconocida. Sin remite, no he sabido de quien era, hasta que, una vez abierto he visto que era el libro Juan Salvador Gaviota.
Al instante, he reconocido el protagonista del regalo.
Un segundo después me han dado ganas de enviarte dos mil cosas por correo, de darte un abrazo, y de agradecerte, enormemente, el haberme sacado de los malos suenyos que me habian acompanyado toda la noche.
Ya te contaré... que tal.
2 comentaris:
que suerte...que facil es a veces ser feliz...
De nada! ;)
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