Por que a veces me encuentro sin fuerzas, como hoy. Si no estuviese en un locutorio lloraria. Echar de menos es algo que no pensaba que fuese real. Si, te vas fuera, y echas de menos cosas, rutinas, personas, caras conocidas, no tener que pensar tanto para hablar... pero a veces, te abrumas, no dejas de pensar en que estar lejos, cansa. Y subes al bus, y pasas por Piazza Replublica y por Termini, y te acuerdas de que ESTAS VIVIENDO en Roma, de que te queda mucho tiempo y muchas cosas que ver (en realidad poco tiempo). Cuentas, y llevas aqui 50 dias, y te quedan 22 para volver a casa, cual turron en Navidad. No sabes què hacer. Piensas en aprovechar los ultimos rallos de sol en vez de ir a clase, porque total, no te vas a perder nada. Tambien piensas en irte a casa a echarte la siesta, pero cuando llegues a casa nadie te garantiza que puedas dormir. A veces se echa de menos la intimidad de una camera singola...
Sin duda alguna, hoy no es dia para encerrarse en casa. Apetece "echarse un cafe" leyendo un poco. Apetece hablar con alguien conocido. Apetece un abrazo, y un beso, pero sobre todo un abrazo. Apetece abrir el buzon y encontrar algo. Apetece una casualidad. Y a lo mejor, la casualidad ya ha llegado y no lo sabes, porque al fin y al cabo estàs viviendo en Roma, y tienes tantas cosas que hacer, que hoy podria ser la tarde perfecta para hacer una de ellas... me voy a Cavour a ver que tal.
2 comentaris:
Yo estos días también ando un poco nostálgico. Me manca la Terreta, y sobretodo me manca tenerte cerca, echo de menos estar tranquilo, relajado y en confianza con alguien. Ahora mismo tengo la trenza desecha y tu estas demasiado lejos.
A veces--solo a veces--la vida nómada es triste.
No dejes que la soledad se haga dueña de tus momentos.
me ha gustado. a veces tambien me he sentido asi pero recuerda que estamos en Roma y aquello que echamos de menos estara esperandonos al volver (o eso espero al menos)
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