Tu sonrisa al verme; tu manera de acercarte a mí, de tocarme los brazos, las rodillas... Sentirte cada vez más cerca. Ese beso en el cuello pasados escasos minutos de estar sentada a tu lado; nadie nos mira, nadie es consciente de nada. Te muestras insistente, agradable, risueño, predispuesto. Me miras a los ojos, buscas respuestas en mis gestos. Yo estoy apagada; llevo esperándote desde abril, y sin embargo, no puedo tocarte, no me sale. Estoy nerviosa; tú lo sabes.
Me coges los dedos, sigues buscándome en los rincones de esa casa sin esquinas. Me abrazas, aprietas mi cintura, me sonríes con picardía. Te sientas a mi lado, y no es por casualidad. Te atreves a juguetear con mis piernas, ejerces una mínima fuerza, casi imperceptible sobre ellas; te miro pensando [¿estás haciendo piececitos?]. Cambio de tercio: [¿serás cabrón?]
La música nos grita, haces comentarios sobre ti, sobre mí. Sobre lo que nunca más volvío a pasar. No sé cómo, es mucha la cerveza que está pensando por mí. Me dices que lo hiciste por mi... no querías que una chica guapa perdiese oportunidades. Me hablas de los otros. ¿Qué más dan los otros? No me atrevo a avalanzarte sobre ti; lo intenté una vez, y no salío bien. Sabes que me estoy enfadando; en 4 horas entro a trabajar, y sigues jugando. Sin embargo, se ha acabado el juego de la seducción, se ha acabado lo que nunca empezó. No sé porqué me sigues tocando, yo diría que eso es abuso.
Te acercas y me dices al oído "hoy no, pero no te preocupes, que cuando vuelva, te voy a pillar". Le sonrío maliciosamente, y le digo "eres un imbécil muy encantador". Me doy la vuelta, y me pongo a llorar; lágrimas breves, secas, pero lágrimas. Aún recuerdo aquel "... me has tocado el corazón por un instante... ". Lo pasamos bien, en aquel encuentro ambientado por el rumor de dos borrachos. Prometes encontrar qué post de mi blog va dedicado a tí... ¿te acordarás?
Aún tienes el morro, de seguir llenándome el sueño de besos, y de seguir llevándote mis ganas a dormir. Me haces una proposición indecente, y me dan ganas de pegarte un puñetazo. Me coges de la barbilla, con honestidad, y me suplicas un "nos vemos en febrero".
1 comentari:
9 y 10 de Abril. No sabia nada.
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