dilluns, 14 de gener del 2008

La prima domenica senza te

"A Payne le gustaban todos los hoteles por lo que cada piso posee de estrato de soledad; arriba del todo, en el último estrato la soledad alcanza su punto máximo, pero también lo alcanzan la buena vista y el confort. Una soledad narcótica, acogedora, que jamás te obliga a salir. Uno puede estar temporadas enteras encerrado allí sin hacer nada, como si toda la sociedad se confabulase para organizarte una dulce cámara de nada, de historias inventadas de quienes antes pasaron por allí, de un pelo que encuentras en el lavabo y cosas así". Recomendación número 1: Nocilla Dream de Agustín Fernández Mallo.