dijous, 18 de setembre del 2008

16.30 en Rius i Taulet

Acudo puntual, casi como a una cita a ciegas, aunque ciegos nos vayamos a quedar más tarde; ver cómo entornas los ojos, cómo tus pestañas se comen mi mirada, sentirte cerca, debajo, al lado, encima. Sentirte, de todas formas. Empujarte, girarme, convertirnos en una fiesta silenciosa, sin música, sin palabras que suban y bajen. Adiós, es la hora.
Es la hora de seguir.
Corre, entra, siéntate. Ábreme los ojos, ciérrame las piernas, ráscame la espalda. Sigamos con la siesta Moritz y con los besos de cualquier manera. El móvil vibrando debajo de la cama (hay alguien a parte de mí, que quiere algo de ti); la cama acercándose cada vez más a nosotros, cayendo... caímos. Yo primera, tú después. Es la hora, adiós.