dijous, 13 d’agost del 2009

Non mi rompi le palle!!

Todo el mundo mira, excepto los que están ciegos. Cualquiera que tenga uno o más ojos contempla y admira la belleza ajena, así que todos tenemos algo de voyeurs. Si enseñas, la gente tiene derecho a mirarte. Por lo tanto, si vas a una playa nudista, quien quiera que allí esté tiene derecho a mirarte, esté o no, enseñando el mismo porcentaje de cuerpo que tú, porque es el que enseña el que se expone a la posibilidad de que le miren. El probleme viene cuando el que mira no lo hace con la misma proporción de respeto con la que uno se desnuda en público. Quien se muestra tal y como es con el cuerpo, deja las bases más claras que quien se muestra tal y como es con la polla dura de mirarte las tetas, llamándote zorra por enseñarlas. Ese es el auténtico voyeur, el que juzga sin pretender que nadie repare en él, ni en la mierda que sale por su boca.

1 comentari:

Manuel Pérez i Muñoz ha dit...

Si es que hay un peña muy chotuna por el mundo suelta.