Las personas con Síndrome de Asperger no poseen la habilidad de reconocer los estados emocionales ajenos, siendo imposible, durante su desarrollo cognitivo, la posibilidad de fomentar la empatía; se puede decir que sufren una especia de "ceguera emocional". En el peor de los casos, puede resultar imposible incluso reconocer el significado de una sonrisa o, de ver en cualquier otro gesto facial, corporal cualquier matiz de comunciación indirecta. Del mismo modo, su propia mímica facial, y en general, conductual, puede verse afectada. Son prácticamente incapaces de "leer entre líneas"; este aspecto se ve potenciado, cuando al verse abrumados ante el contacto visual, comienzan a evitarlo como mecanismo de autodefensa... si no miro, es como si no me viesen...
Tienen en común con los autistas su predisposición a tener un elevado coeficiente intelectual, pudiendo concentrarse muchísimo en tareas concretas y generalmente científicas, ya que no requieren un elevado nivel de socialización; sus intereses se centran en memorizar datos y hacer razonamientos complejos, demostrando su elevado grado de especialización.
Su incapacidad para comprender las ironías, los sentidos figurados o las preguntas retóricas, les ponen nerviosos, porque no saben cómo tienen que reaccionar, y sobre todo, porque no entienden porqué los demás se ríen. Ante los ojos de los demás, son antisociales y excéntricos. Sus enormes dificultades de interacción social y el escaso desarrollo de sus habilidades sociales, les llevan al aislamiento, y en consecuencia, al fomento de sus conocimientos: dedican gran parte de su tiempo de ocio a actividades que impliquen una concentración y abstracción total, porque comprender el funcionamiento de un juego de lógica o de un ejercicio matemático les hace sentirse tranquilos; es el medio que conocen y allí no se sienten indefensos.
El protagonista de "El curioso incidente del perro a medianoche" de Mark Haddon sufre el Síndrome de Asperger, y se presenta así "Me llamo Christopher John Francis Boone. Tengo 15 años, 3 meses y 2 días. Me sé todos los países del mundo y sus capitales y todos los números primos hasta el 7.507. Hace ocho años, me enseñaron este dibujo :( y supe que significaba "triste", que es como me sentí cuando encontré al perro muerto. Luego me enseñaron este dibujo :) y supe que significaba "contento", como estoy cuando leo sobre las misiones espaciales Apolo...".
268 páginas de inocencia en estado puro. 268 páginas que me recuerdan que debería estudiar Educación Especial...
Su incapacidad para comprender las ironías, los sentidos figurados o las preguntas retóricas, les ponen nerviosos, porque no saben cómo tienen que reaccionar, y sobre todo, porque no entienden porqué los demás se ríen. Ante los ojos de los demás, son antisociales y excéntricos. Sus enormes dificultades de interacción social y el escaso desarrollo de sus habilidades sociales, les llevan al aislamiento, y en consecuencia, al fomento de sus conocimientos: dedican gran parte de su tiempo de ocio a actividades que impliquen una concentración y abstracción total, porque comprender el funcionamiento de un juego de lógica o de un ejercicio matemático les hace sentirse tranquilos; es el medio que conocen y allí no se sienten indefensos.
El protagonista de "El curioso incidente del perro a medianoche" de Mark Haddon sufre el Síndrome de Asperger, y se presenta así "Me llamo Christopher John Francis Boone. Tengo 15 años, 3 meses y 2 días. Me sé todos los países del mundo y sus capitales y todos los números primos hasta el 7.507. Hace ocho años, me enseñaron este dibujo :( y supe que significaba "triste", que es como me sentí cuando encontré al perro muerto. Luego me enseñaron este dibujo :) y supe que significaba "contento", como estoy cuando leo sobre las misiones espaciales Apolo...".
268 páginas de inocencia en estado puro. 268 páginas que me recuerdan que debería estudiar Educación Especial...