"Con una sonrisa entre confusa y admirada, reconocía entonces antiguos sentimientos, penas del corazón tempranas y entrañables que, asfixiadas por el severo oficio de toda una vida, retornaban ahora, extrañamente transformadas. Se ponía a meditar, a soñar; lentamente sus labios formaban un nombre y, sin dejar de sonreír, con el rostro vuelto hacia lo alto y las manos juntas sobre las rodillas, volvía a adormecerse en su sillón".
"No hay nada más extraño ni más delicado que la relación entre personas que sólo se conocen de vista, que se encuentran y se observan cada día, a todas horas, y, no obstante, se ven obligadas, ya sea por convecionalismo social o por capricho propio, a fingir una indiferente extrañeza y a no intercambiar saludo ni palabra alguna. Entre ellas va surgiendo una curiosidad sobreexcitada e inquietante, la histeria resultante de una necesidad de conocimiento y comunicación insatisfecha y anormalmente reprimida, y, sobre todo, una especie de tenso respeto. Pues el hombre ama y respeta al hombre mientras no se halle en condiciones de juzgarlo, y el deseo vehemente es el resultado de un conocimiento imperfecto".
"... nada angustiaba más al enamorado que la posibilidad de que Tadzio se marchara, y no sin temor se daba cuenta de que, si esto ocurría, él no sabría ya cómo seguir viviendo".
"... nada angustiaba más al enamorado que la posibilidad de que Tadzio se marchara, y no sin temor se daba cuenta de que, si esto ocurría, él no sabría ya cómo seguir viviendo".
"Su cabeza y su corazón estaban ebrios, y sus pasos seguían las indicaciones del demonio, que se complace en conculcar la dignidad y la razón del ser humano"
Tanto en La muerte en Venecia como en La insoportable levedad del ser, lees fragmentos, pensamientos, situaciones, decisiones, que te hacen recordar lo absurdamente bonito que es estar enamorado. En este caso, La muerte en Venecia de Thomas Mann, te llena de medias sonrisas, a la vez que te cierra el estómago. Te hace recordar esos momentos, que son tan tuyos... que sólo puedes hablar de ellos con el paso de los años y la distancia de las cosas.... nadie puede describir lo que se siente cuando se está enamorado, porque el enamorado es incapaz de verse a sí mismo... y porque muchas veces, para juzgar con más criterio, hacen falta las comparaciones... y el paso de los años y la distancia de las cosas...
2 comentaris:
Amor...hace ya tanto que ni me acuerdo..creo que lo he olvidado.
Yo me siento un poco igual... sólo recuerdo el amor que he sentido en mi vida, como si no fuera a ser capaz de volver a sentirlo de nuevo; estoy agotando los recuerdos, las sensaciones... Leyendo "La muerte en Venecia" he envidiado a Aschenbach... aunque estar enamorado no es siempre agradable... Imagino que todo volverá, aunque quizá deba superar algunos miedos... el amor, a veces, hace daño.
Por cierto, gracias por tu recomendación del libro.
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